En lo que a diseño y estética se refiere, conserva la esencia y revive la nostalgia, a pesar de que no es una cámara analógica. Así, si en su exterior presume un visor híbrido, que puede conmutar entre óptico y electrónico, en el interior, este modelo hace gala de la tecnología más moderna -un sensor de última generación con una resolución de 24,3 megapíxeles y una sensibilidad equivalente a ISO 12800 son algunos ejemplos-. El tiempo de arranque de esta cámara compacta al estilo retro es de 0,5 segundos y el intervalo de disparo se reduce a los 0,2 segundos. Su precio supera los 1200 y se puede comprar a través de Amazon.